La desmesura del reclamo

1.4.08

Por economistacontralockout@gmail.com *

Las retenciones son una herramienta para evitar que el alza de los precios internacionales impacte en los precios internos de los alimentos. Son también un mecanismo redistributivo y un instrumento para promover la diversificación productiva. Permiten resolver, a su vez, el conflicto entre el aumento de los precios internacionales y la política de tipo de cambio alto, sin por ello afectar la producción del campo. Ello se evidencia en el fuerte incremento de la cosecha: de 69 millones de toneladas en 2002-2003 a 85 millones de toneladas en 2006-2007 en la producción de soja, maíz, trigo y girasol.

El esquema de retenciones móviles es una medida acertada para dar mayor previsibilidad de precios y rentabilidad y luchar contra la inflación. Busca, asimismo, evitar el riesgo de una excesiva concentración de la actividad agrícola en torno de la soja, aspecto que aumenta la vulnerabilidad económica y tiene negativos efectos sobre las restantes producciones agropecuarias.

Es cierto que las realidades en el agro no son todas iguales. Los pequeños productores tienen en algunos casos situaciones atendibles, pero éstas no dependen del nivel de las retenciones sino de políticas específicas. La concentración es un serio problema que afecta el conjunto de la economía argentina y debe atenderse mediante otras acciones de políticas económicas vinculadas con acceso al financiamiento, la provisión de apoyo técnico para incrementar la productividad, la reestructuración de las cadenas productivas y la transparencia en la formación de precios y el funcionamiento de los canales de comercialización.

La rentabilidad de la producción agraria continúa siendo elevada. Aun con el esquema de retenciones móviles actual, la rentabilidad por hectárea duplicará este año el promedio obtenido durante la convertibilidad. Es más, dados los elevados precios internacionales de los productos primarios el incremento de las retenciones a las exportaciones no sólo no determina una contracción en los márgenes de rentabilidad de la producción agrícola con respecto al último año, cuando ya era elevada, sino que ésta se incrementaría en un 38 por ciento.

Esta realidad muestra claramente que el agro disfruta de una prosperidad y rentabilidad sin precedentes, basada en la política económica implementada. La prolongación del lockout y la desmesura del reclamo muestran que estos sectores, ubicados en el decil más alto de la distribución del ingreso, buscan cuestionar la política económica en su conjunto.

Los economistas comprometidos con la reindustrialización y un modelo de crecimiento con empleo, distribución equitativa de la riqueza e inclusión social rechazamos el lockout e invitamos a los productores agrarios a sentarse a dialogar para la generación de soluciones que involucren al conjunto de la sociedad y no sólo a intereses sectoriales.

* Gustavo Lugones, Mario Rapoport, Abraham Gak, Eduardo Basualdo, Eduardo Hecker, Jorge Schvarzer, Matías Kulfas, Alberto Müller, Graciela Gutman, Eduardo Crespo, Héctor Valle, Daniel Kostzer, Karina Forcinito, Alejandro Vanoli, Benjamín Hopenhayn, Felisa Miceli, Paula Español, Mercedes La Gioiosa, Iván Heyn, Nicolás Arceo, Valeria Arza, Fernando Peirano, Demian Panigo, Alejandro Fiorito, Guillermo Wierzba, Enrique Arceo, Pablo Lavarello, Alejandro Barrios, Claudio Casparrino, Hernán Soltz, Ramiro Bertoni, Fabián Amico, Santiago Rodríguez, Agustín Crivelli, Gabriel Yoguel, Martín Fiszbein, Ariana Sacroisky, Gabriela Starobinsky, Andrés Tavosnanska, Carolina Pontelli, Federico Pastrana y siguen más de 200 firmas.

1 comentarios:

E dijo...

Criterioso documento. Buen aporte. Saludos