Apunte callejero

21.10.08

"En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos senos bizcos buscando una sonrisa sobre las mesas. El ruido de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En un quinto piso, alguien se crucifica al abrir de par en par una ventana.
Pienso en dónde guardaré los quioscos, los faroles, los transeúntes, que se me entran por las pupilas. Me siento tan lleno que tengo miedo de estallar. Necesitaría dejar algún lastre sobre la vereda.
Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja entre las ruedas de un tranvía."

Oliverio girondo, Río de Janeiro, noviembre de 1920.

Guaicaipuro Guatemoc cobra la deuda a Europa

13.10.08

En referencia al día de la raza, leo en el blog "Seré sillones" un interesante texto, en un tono similar a "Devolución total" de Leo Maslíah.
Aquí su reproducción:

"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano! ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan MARSHALL-TEZUMA, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal. En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles de oro y plata! ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre? Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indios americanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta. Pero no podrán. Porque esa bala es el corazón de Europa."

El autor del texto es el venezolano Luis Britto García, y este es su blog personal.

La colifata party

9.10.08

El próximo sábado 11 de octubre, se llevará a cabo en la Facultad de Medicina de la UBA, el “Rumba Reggae Coli Party”, un festival a total beneficio de La Colifata, la radio de los pacientes y ex pacientes del Hospital Borda. Bandas en vivo, Dj’s, proyecciones y mucho más. La entrada sale 10$ e incluye cd de regalo.




“La diferencia entre un loco y un piantado está en que el loco tiende a creerse cuerdo mientras que el piantado, sin reflexionar sistemáticamente en la cosa, siente que los cuerdos son demasiado almácigo simétrico y reloj suizo, el dos después del uno y antes del tres, con lo cual sin abrir juicio, porque un piantado no es nunca un bien pensante o una buena conciencia o un juez de turno, ese sujeto continúa su camino por abajo de la vereda y más bien a contrapelo, y así sucede que mientras todo el mundo frena el auto cuando ve la luz roja, él aprieta el acelerador y Dios te libre.”

Julio Cortázar, “Del gesto que consiste en ponerse el dedo índice en la sien y moverlo como quien atornilla y destornilla.”

David Cooper (1931-1986)

5.10.08

Por recomendación de una amiga anduve leyendo algo de David Cooper. Quería compartir un poco de su historia y algún pensamiento suyo que me pareció interesante.


David G. Cooper fue un psiquiatra nacido en Ciudad del cabo (Sudáfrica), teórico y líder de la antipsiquiatría junto con R. D. Laing, Thomas Szasz y Michel Foucault.
Trabajó en varios hospitales, y dirigió una unidad especial para jóvenes esquizofrénicos llamada "Villa 21". Allí ensayó su peculiar tratamiento basado en la absoluta libertad, sin restricciones ni reglas, y desarrolló su teoría en la que establece que la locura y la psicosis son producto de una sociedad enferma.
En su primer libro establece que la verdadera cura solo es posible mediante la revolución, y con ese fin viaja a Argentina, país al cual consideraba como potencialmente revolucionario.
Más tarde volvió a Inglaterra por un tiempo, y después se estableció en Francia, donde pasó el resto de su vida.


Lo que dejo a continuación es un fragmento del capítulo "La reinvención del amor", del libro "La gramática de la vida", en el cual cuenta sobre diferentes experimentos que Cooper realizó, y concluye lo siguiente:


"El mayor temor de todos no tiene nada que ver con el odio y los actos agresivos. El mayor temor consiste en amar y ser amado. En las curiosas contorsiones de la mente, el amor se equipara a la locura. Se lo siente como una pérdida total del yo, lo que es equivalente a una temida locura. Esto es cierto en cuanto al acto de amar, incluso en momentos en que el orgasmo no está contenido en la experiencia. Si mediante algún tipo de experiencia terapéutica, no necesariamente profesional (de hecho es mucho menos común en la terapia profesional), podemos aprender a aceptar esta pérdida del yo con la certeza anticipada del retorno del yo, estamos abiertos al amor. El amor ha sido perdido y tiene que ser re-inventado. El amor es una estructura que ha sido falsamente desestructurada a través del desarrollo de la propiedad como mediadora de las relaciones humanas. El amor sólo puede ser reinventado con una desestructuración de la falsa estructura existente, mediante un cambio en las relaciones de propiedad. Este cambio sólo puede producirse a través del desarrollo comunitario, o de pasos cuantitativos hacia la revolución cualitativa de toda la sociedad."

Pueden continuar la aventura bajándose el capítulo completo en PDF de acá .

Oooootra vez...

2.10.08

Acá reproducimos esta creación de este blog que nos gustó mucho:

Y aprovechamos para aclarar que si estuviera vigente la famosa resolución 125 que el Cleto Cobos mandó a dormir con su voto no positivo, ahora el porcentaje de retenciones sería inferior al 35% con un precio inferior a U$S 400 (hoy andaba por U$S 369).

¿Por quién vota Homero?